Al calor de tres hogueras, la fiesta copó el espacio público donde se desarrollaron actividades para todos los gustos: desde recorrida con antorchas por los restos visibles de muralla, candombe y malambo contemporáneo, pasando por poesía dramatizada, proyecciones experimentales y pintura en vivo y en directo, hasta el gran final con la Dj Paola Dalto que hizo bailar a toda una multitud.
Entre el público se mezclaron los malabares con fuego que también estuvieron en el escenario mayor, y el Cuarteto del Amor que recorrió de una punta a otra todo el predio al ritmo de sus canciones y bailes.
En materia de gastronomía, fueron variadas las opciones que los food trucks ofrecieron para que la gente degustara en mesas y livings: té, chocolate, café, grappamiel, cerveza artesanal, pizzas, hamburguesas y crepes.
El público, mayoritariamente entre 25 y 40 años, destacó el buen ambiente, el montaje y organización del espacio, así como la variedad de propuestas artísticas. Además de montevideanos, hubo gran cantidad de extranjeros, en especial estudiantes de intercambio y también grupos de turistas.
La segunda edición dio que hablar. Tuvo repercusión tanto nacional como internacional, en radio, televisión, portales y prensa escrita. Nos visitaron varios móviles de canales uruguayos, con salidas en vivo entrevistando y realizando tomas de la celebración. La Agencia EFE nuevamente cubrió el evento, con entrevista a uno de los organizadores, la cual fue referenciada por varios medios de prensa en otros países.